Buenas tardes queridos lectores.
Hoy vengo a hablaros de la impresión que me ha dado un libro publicado en www.wattpad.com , titulado Superando la obesidad: Un camino lleno de sueños y metas.
Es una autobiografía de un chico que pesaba 245 kg (excesivo incluso para un chico de 1'93 cm, como él bien explica) que consiguió su deseo desde pequeño de ser un chico delgado. Prácticamente lo logró él solo con deporte, una alimentación equilibrada y trabajando la autoestima, algo muy importante en la vida. Solo obtuvo ayuda adicional con el Método novaline, lo cual me parece de tener una gran fuerza de voluntad, valentía, coraje, disciplina y constancia. Cosas que yo hasta ayer, que leí su primer capítulo, no tenía respecto al deporte y a la alimentación.
Este chico, sin conocerlo, me ha enseñado varias cosas: Con su libro he visto que no soy la única que siente dolor en el pecho por falta de ejercicio, me ha enseñado a valorar la salud mucho más de lo que ya la valoraba (creedme que la valoro), que no es ningún juego. Aunque yo únicamente tengo algo de sobrepeso, siento muchísimas cosas que él describe como el aferrarse a otras cosas con tal de no hacerte caso a ti mismo de que necesitas hacer ejercicio y comer más sano...etc.
Yo llevo muchísimo tiempo haciendo ejercicio y abandonando enseguida, y noto en la báscula que voy ganando una media de kilo y medio por año, sin ser capaz de pararlo, sin ser capaz de mantenerme y sin ser capaz de mantenerme en el mismo peso. Pero el peso y la apariencia para mí es bastante menos importante que la salud y el bienestar.
Cuando era pequeña mi madre me apuntaba cada año a un sitio diferente para que hiciera ejercicio (ballet, basquet, gimnasia rítmica, natación, etc), y me gustaba, yo se lo pedía. Pero la verdad es que siempre he sido malcomiente y eso me ha estado repercutiendo durante los últimos años. Hace bastantes años que no me puedo apuntar a nada por cuestiones económicas y ya dejé el poco ejercicio que podía (y me imponían) hacer durante las clases de gimnasia del instituto. Las repercusiones que estoy teniendo son varias: aunque en mis analíticas no me sale ningún problema como pudieran ser el colesterol u otros problemas de salud, mi rendimiento es mucho menor que hace unos años y no creo que sea por que me he hecho mayor, aún no tengo los 22. Me siento cansada la mayor parte del tiempo, no tengo mucha energía, acumulo muchos nervios... lo que me produce taquicardías ocasionales y dolor y pinchazos en el pecho casi a diario. Los nervios que acumulo solo se pueden eliminar con el deporte, y soy consciente, pero no me hacía caso a mí misma. Hace varios meses que procuro comer mejor: Tomo avena, no me bebo uno o dos vasos de colacao al día como hacía antes, trato de hacer ejercicio suave al menos una vez por semana (bailar, yoga en mi casa...) pero no consigo apenas resultados. Si sólo fuera por el peso y la apariencia no me importaría esperar a encontrar el momento de apuntarme a un gimnasio económico, porque hacer ejercicio al aire libre tiene inconvenientes como el calor, el frío, el horario y la lluvia.
Pero la verdad es que no puedo más con este dolor y estos nervios, basta ya de esperas. Gracias a Fran (autor del libro) y a otros dos amigos deportistas a los que he pedido apoyo me he decidido a correr todos los días hasta coger el hábito, sean cuales sean las condiciones climáticas, los inconvenientes, los obstáculos, mis propias excusas... Que no cesaré hasta que desaparezcan por completo estos nervios, estos dolores. Y si de paso mejora mi figura, genial, pero no es mi principal objetivo. Ayer ya fue el primer día de muchos.
Agradezco el apoyo de varias personas, ya sea directa o indirectamente. Sólo yo lo voy a conseguir. Sólo yo tengo que ser capaz de no abandonar aunque tenga que volver a empezar una y mil veces. Valdrá la pena.
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